jueves, 22 de abril de 2010

Antonio Canova

Nació en Possagno, actual Italia, en 1757-Venecia. Fue un reconocido escultor italiano. Debido a sus de sus humildes orígenes familiares, no pudo realizar estudios artísticos y comenzó practicando otros oficios. En 1768, por su traslado a Venecia, empezó a dedicarse a la escultura y velozmente alcanzó una fama y un prestigio que conservó durante toda su vida.
Sus primeras obras venecianas, como Orfeo y Eurídice o Dédalo e Ícaro, están empapadas del espíritu barroco que regía todavía en la ciudad. Cuando era ya un artista conocido, se estableció en Roma (1781), donde definió el estilo que lo define, inspirado en la Antigüedad clásica y poderosamente influido por los principios teóricos de Winckelman, Milizia y otros autores cuyas ciencias se hallan en la base del nacimiento del estilo neoclásico.
Sus primeras obras del período romano, como Teseo y el Minotauro, muestran la destreza técnica y la perfección en el acabado por la que destacaba. Sus obras cuentan con un detallismo casi artesanal. Fue un escultor que se formó a través del estudio y el trabajo; a causa de la práctica diaria del dibujo, es así que perfeccionó su estilo del desnudo y supo superar las deficiencias de sus primeros estudios anatómicos.
Sus pedidos provenían desde Napoleón hasta Catalina la Grande de Rusia. Era por esos momentos el principal escultor del estilo neoclásico, condición con la que se ha perpetuado su figura en la historia del arte.

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